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La sauna, un elemento cultural de los países nórdicos

La cultura de la sauna en los países nórdicos es una tradición arraigada que ha perdurado a lo largo de siglos, desempeñando un papel fundamental en la vida social, cultural y de bienestar de las comunidades escandinavas. Esta construcción, originaria de Finlandia, ha trascendido las fronteras de este país para convertirse en una parte integral de la identidad nórdica, extendiéndose a Suecia, Noruega, Dinamarca e incluso a otras partes del mundo.

La palabra ‘sauna’ proviene del finlandés, y su significado va más allá de un simple baño caliente. Es un espacio sagrado, una experiencia ritual que implica la purificación física y mental. En la antigüedad, estos elementos eran lugares de reunión comunitaria, utilizados para ceremonias, decisiones importantes y, por supuesto, para mantener la higiene personal. Además, aunque bien es cierto que hoy en día las saunas se encuentran en hogares y clubes, la esencia de este ritual sigue siendo la misma.

Por su parte, la construcción de este tipo de bienes es un proceso meticuloso y se elige cuidadosamente su ubicación. Tradicionalmente, se construyen cerca de cuerpos de agua, permitiendo a los participantes sumergirse en aguas frías para complementar la experiencia de calor intenso en la sauna. Así, la mayoría de las nórdicas están construidas con madera, lo que crea un ambiente cálido y acogedor. Este material también es respetuoso con el medio ambiente y se integra perfectamente en los paisajes naturales de los países situados más al norte de Europa.

Además, el ritual de la sauna es más que simplemente sentarse en un espacio caliente. Los escandinavos valoran la tranquilidad y el silencio durante este tiempo, considerándolo una oportunidad para la introspección y la relajación profunda. Pero no solo eso, sino que se cree que la sauna no solo limpia el cuerpo, sino también el alma, y muchos finlandeses y escandinavos ven este momento como una conexión con la naturaleza y consigo mismos.

La sauna es también un lugar de convivencia. Amigos, familiares o incluso colegas de trabajo se reúnen en este espacio para compartir historias, fortalecer lazos y simplemente disfrutar del calor reconfortante. Este ambiente de camaradería se extiende más allá de las puertas, contribuyendo a la cohesión social en estas comunidades.

A nivel de salud, tal y como nos recuerdan los amigos de Saunas Luxe, quienes son expertos fabricantes de este tipo de productos, la sauna tiene beneficios reconocidos y es que la exposición al calor seguido de un enfriamiento rápido mejora la circulación sanguínea, relaja los músculos y alivia el estrés. Además, la tradición de sumergirse en aguas frías después de la sauna, conocida como ‘avanto’ en finlandés, proporciona un contraste térmico que revitaliza el cuerpo y la mente.

Por último y, como os decíamos al principio, la sauna nórdica ha trascendido fronteras y se ha convertido en una atracción para aquellos que buscan experimentar la autenticidad de esta tradición. Por ello, muchos hoteles y spas en todo el mundo han adoptado la construcción de saunas nórdicas para ofrecer a sus huéspedes una experiencia única y rejuvenecedora.

¿Qué tipos de saunas existen?

Hoy en día podemos encontrar en el mercado varios tipos de saunas, cada uno con características específicas que ofrecen experiencias únicas. Así, para que no perdáis detalle, entre las más habituales nos encontramos con:

  • Sauna finlandesa o sauna seca. Es el tipo más tradicional y común de sauna y se calienta mediante una estufa que puede utilizar piedras volcánicas. La temperatura suele oscilar entre 70°C y 100°C, con bajos niveles de humedad, mientras que los usuarios pueden controlar la humedad vertiendo agua sobre las piedras calientes para crear vapor.
  • Sauna de infrarrojos. Emplea paneles de infrarrojos para calentar directamente el cuerpo en lugar de calentar el aire y suele operar a temperaturas más bajas que las saunas tradicionales, alrededor de 40°C a 60°C. Algunas personas encuentran que este tipo de sauna es más tolerable, ya que no calienta el aire circundante de la misma manera que una sauna finlandesa.
  • Sauna de vapor o baño turco. Se caracteriza por altos niveles de humedad y temperaturas más moderadas, generalmente entre 40°C y 60°C, y utiliza un generador de vapor para crear vapor en la cabina. Por ello, el ambiente húmedo es beneficioso para la piel y las vías respiratorias.
  • Sauna infrarroja lejana. Similar a la sauna de infrarrojos, pero con emisores de infrarrojo lejano que penetran más profundamente en la piel, mientras que operan a temperaturas más bajas que las saunas tradicionales y de infrarrojos convencionales.
  • Sauna portátil. Diseñada para ser fácilmente transportada y configurada en cualquier lugar. Además, pueden ser saunas de infrarrojos o de vapor y son populares para uso doméstico.

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