¡Qué importante es no perder el norte en esta vida! Y es que cuando la gente se desorienta puede ocurrir cualquier cosa. Uno de los aspectos cotidianos donde es más importante estar orientado, saber un camino y tener las cosas claras es a la hora de estudiar. Sin duda, es una decisión que marcará el resto de nuestras vidas. Es cierto que luego se puede rectificar, pero el tiempo ya habrá sido perdido.
No es la primera vez que se pierde un talento por no estar bien aconsejado. Ejemplos hay muchos. Sin ir más lejos, a mi hermana cuando estaba en el instituto, una profesora le recomendó que “no hiciera carrera” porque “no la veía”. Que apostara por una FP o si encontraba trabajo con su padre en la tienda de alimentos, pues mucho mejor. Mi hermana se lo creyó, incluso durante muchos años estuvo hundida. Así que decidió hacer un módulo de auxiliar de Enfermería. Poco a poco, se vio viendo que valía para ello, que le gustaba mucho el mundo de la medicina.
Pues bien, cuando terminó su módulo, dos años después, decidió no hacer caso a los consejos de aquella profesora, y hacer la carrera de Medicina. El resultado fue claro, hoy es una de las mejores consideradas en su hospital, escribe para varias revistas especializadas de Medicina y se ha convertido incluso en un referente en la lucha contra el covid. Con esto queda claro que muchas veces uno no se puede dejar aconsejar por una persona que no esté cualificada. Son demasiados aspectos los que entran en juego en una toma de decisión de este tipo.
Por este motivo hoy queremos aconsejar a los estudiantes madrileños de qué hacer. Vivimos unos tiempos muy convulsos, donde todo se ha puesto en duda. Por eso, la mejor forma de no perder el norte es escuchando voces de gente comprometida y que sabe de la materia. ¿Qué tienen que hacer los estudiantes en Madrid? Pues preguntamos a Academia Elipa, un lugar que se ha convertido en algo más que una academia de estudios. “Nos gusta ver, más que como un lugar, como un espacio, un motivo para el encuentro, la colaboración y la compañía. Una oportunidad de compartir un camino en el que podamos vivir la experiencia de aprender pero, sobre todo, la sorpresa de descubrir: en los años que llevamos trabajando, hemos comprobado que siempre hay algo por descubrir que, desde luego, merece la pena, y estamos convencidos de que va a seguir sucediendo”, nos cuentan.
Orientación en Bachillerato
Nos centramos en esta parcela porque creemos que es la que ya marca un antes y un después. Siempre viene bien tomar prestadas ideas para esta etapa en la vida. El trabajo de las clases de apoyo para bachillerato se centra en que los alumnos adquieran suficiente destreza para manejar todo lo que han aprendido en los cursos anteriores, y puedan hacer frente al ritmo de la nueva etapa de manera adecuada. Tener un método de trabajo eficaz es imprescindible para gestionar los conocimientos, recursos, estrategias y el resto del bagaje. Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que la estructura en la que se incorporan todos estos componentes pueda ir creciendo de manera sólida, para asentar lo que se sabe y seguir incorporando nuevas facetas que van a ser necesarias en adelante.
Orden: El alumno debe tener claro cómo comenzar a desarrollar cualquier ejercicio, cómo seguir hasta la solución y cómo aprovechar después lo que ha aprendido. Los ejercicios no pueden ser ya un simple “trámite”, sino parte del aprendizaje, que debe mostrar un carácter fundamentalmente práctico.
Afianzarse: El temario en esta etapa se integra en un panorama más amplio. Las referencias a estudios superiores son constante, y al mismo tiempo deben tenerse presentes los conocimientos básicos que se manejan desde años atrás. Se debe incorporar todo ello en un esquema general de forma que se refuerce la jerarquía de las diferentes facetas.
Seguridad: Parte de los recursos consisten en la consulta de ejercicios resueltos o en el uso de aplicaciones tecnológicas diseñadas para ese fin. Estas nuevas posibilidades aumentan la efectividad del trabajo, mostrando un panorama más amplio de los ejercicios, que el alumno poco a poco debe ir asimilando como propios.
Estos son algunos de los aspectos que los adolescentes tienen que tener claros para no perder su norte. Durante el paso por esta etapa se debe conseguir que el alumno pase a tener una actitud fundamentalmente activa, práctica, y que el aprendizaje en esta etapa sea el preludio de una forma “profesional” de seguir aprendiendo. Sin duda, la mejor forma de estar preparado para el mundo que le espera.