Algunas clínicas de Madrid están desarrollando procedimientos tan novedosos como los implantes de zirconio, que sustituyen a los fabricados en titanio, utilizados en los últimos 30 años. Estos nuevos apósitos llevan utilizándose en la medicina dental, de manera experimental, poco más de 15 años. Obteniendo unos niveles de éxito superiores al 90%. Es una línea de investigación, aplicada por algunas clínicas dentales al gran público. Implican la reposición dentaria para la inmensa mayoría de los casos, incluidos los más complicados.
Los implantes de zirconio están fabricados con un material cerámico procedente de un mineral que existe en la naturaleza y que posibilita colocar implantes dentales en pacientes alérgicos al metal, reduciendo en todos los casos la posibilidad de infección postoperatoria.
El sistema médico español, tanto público como privado, es un punto de referencia a nivel mundial. Además de su cobertura universal, nuestro país se encuentra a la cabeza en algunos apartados sanitarios como la donación de órganos o la investigación con células madre para tratar algunos tipos de cáncer. Esto se debe al espíritu de servicio público de la comunidad médica en España, que sobrepasa con creces el aspecto de rentabilidad económica que rige el ejercicio de la medicina en otros países.
El cirujano dental Roberto López-Pirriz, doctor cum lauden por la Universidad Complutense de Madrid, que ejerce su actividad en ICOA, una clínica dental pionera en utilizar este tratamiento, opina que el afán en el sector por ofrecer el mejor tratamiento posible a los pacientes hace que las clínicas se aventuren a desarrollar las últimas investigaciones.
No es un proceso uniforme. Algunas clínicas son más adelantadas que otras en aplicar los últimos avances, pero la innovación tecnológica es lo que marca la salud dental y, en especial, la implantología. Una rama odontológica que se encuentra en un nivel de investigación y desarrollo tal, que lo que es novedoso hoy, puede quedarse desfasado pasado mañana. Esto repercute en prestar un mejor servicio a los pacientes.
Los implantes de zirconio.
Como hemos dicho, el zirconio es un material cerámico, perfectamente biocompatible con el cuerpo humano. No genera ningún tipo de rechazo y permite la reposición de dentaduras, incluso en los casos en los que hay poca masa ósea para integrarlo.
Según la revista médica Top Doctors presenta 3 beneficios fundamentales:
- Es respetuoso con los tejidos blandos. Concluida la osteointegración, es decir, la integración molecular del implante con la estructura ósea maxilofacial del paciente, el zirconio genera menos fricción con los tejidos de la encía que lo recubren. Por tanto, minimiza las molestias que puede generar en el paciente, sobre todo después de su colocación. Esto, a su vez, potencia la incorporación del implante en la boca, eliminando cualquier posibilidad de pérdida, siempre bajo control médico y respetando los plazos previstos.
- Menor retención de placa bacteriana. Con los tradicionales implantes de titanio, existe la posibilidad de que se recubran de placa bacteriana, formándose bolsas dentro de la encía. Sucede porque hasta que cicatriza la incisión que se hizo para colocar el implante, la herida sigue abierta. El titanio permite que la película de placa se adhiera a su superficie, mientras el zirconio resulta resbaladiza. La respuesta inflamatoria de los implantes de zirconio es muy baja, lo que reduce la posibilidad de sufrir infecciones postoperatorias.
- Efecto estético. Aunque no es la característica principal, es un rasgo evidente. El color blanco del zirconio pasa más desapercibido que el tono metalizado del titanio, sobre todo en la línea superior de la encía. Esto hace, qué colocada la corona o prótesis, parezca como una continuación de la misma. Los implantes de zirconio generan una menor decoloración de la encía, por lo que siempre pasarán más desapercibidos.
Por la novedad de este tratamiento, los implantes de zirconio presentan algunos inconvenientes o cuestiones a pulir. Lo primero es su diseño y colocación. El zirconio es un material completamente distinto al titanio y, por tanto, no se pueden reproducir mecánicamente la forma de los implantes tradicionales. Suelen tener un diámetro superior. En un primer momento, se colocaban con sistemas cimentados, lo que hacía más complicada la operación. Esta cuestión se está perfilando mediante la aplicación del conocimiento acumulado en materia de implantología.
Los implantes de zirconio no están indicados para los procedimientos de carga inmediata. Otro tratamiento novedoso que consiste en colocar una prótesis provisional el mismo día en el que se pone el implante. El implante de zirconio debe estar perfectamente integrado en la boca para colocar cualquier corona.
Por otro lado, estos implantes se están utilizando a día de hoy para la reposición de dientes uno a uno y, en todo caso, para la colocación de puentes. No se emplean como punto de enclave para fijar estructuras más complejas como puede ser una arcada o una dentadura postiza fija, cosa que sí se hace con los implantes de titanio. Estos aspectos se irán corrigiendo poco a poco. Todo es cuestión de tiempo para ver cómo se desarrolla este tratamiento, que sin duda, cambiará en un futuro el sector de la implantología dental.
Prevención de la peri-implantitis.
Para mí, uno de los avances más significativos de estos nuevos implantes es la prevención y reducción de casos de peri-implantitis, una infección asociada al implante. Una enfermedad de cierta gravedad que puede conducir al fracaso del tratamiento.
Según la revista digital Gaceta Dental, 2 de cada 10 pacientes a los que se les ha colocado un implante corren el riesgo de sufrir esta enfermedad. Cuando aparece se aprecia por un enrojecimiento de la encía que recubre al nuevo implante, por dolor al tacto o al masticar, por acumulación de sarro al lado del implante y la corona, por movilidad del implante, por pérdida de hueso y, en ocasiones, por sangrado en la zona.
Hay varias causas que hacen que aparezca esta enfermedad. Una de ellas es una deficiente higiene dental. Una vez colocado el implante, hay que ser meticulosos en el cepillado y limpieza de los dientes. Debemos partir de que para colocar el implante se ha tenido que hacer una incisión en la encía, y se ha creado una herida por la que es susceptible que se introduzca la placa bacteriana.
La presencia de enfermedades periodontales previas como la gingivitis o la periodontitis multiplica la posibilidad de que el implante se infecte. Vicios como el tabaquismo o el consumo habitual de alcohol somete a nuestra boca a un entorno de contaminación permanente que afecta, en especial, la zona del implante.
La forma y colocación del implante, también favorece la aparición de la enfermedad. Si el implante no queda perfectamente sellado o deja zonas huecas en el interior de la encía, crea un espacio en el que se puedan alojar bacterias y sarro.
La periimplantitis es una periodontitis a gran escala que evoluciona con rapidez. Para hacernos una idea, la periodontitis es la formación de bolsas de placa bacteriana dentro de la encía, que infectan los tejidos blandos y erosionan el hueso alveolar que sujeta la raíz del diente. La periodontitis ocasiona la perdida de piezas dentales, y la periimplantitis la caída de los implantes.
La apertura de la encía para colocar un elemento extraño, y el proceso de integración del apósito con las estructuras bucales, crean unas condiciones favorables para que, en el caso de que las bacterias se introduzcan, actúen con rapidez y virulencia.
Como señalamos en el apartado anterior, el zirconio es un material que no permite la adhesión de la placa bacteriana y, por consiguiente, reduce la posibilidad de padecer infección.
La periimplatitis se puede tratar, pero es un proceso largo, que requiere la regeneración de los tejidos dañados. Cualquier medida que se tome para evitarla es aconsejable.
Los implantes de zirconio son un avance importante en el terreno de la implantología. Algunas clínicas dentales madrileñas son pioneras a nivel mundial en su utilización. Un paso importante para que se generalice su uso y se perfeccione la práctica.