La experiencia se define como la forma de conocimiento o habilidad derivados de la observación, de la participación y de la vivencia de un suceso proveniente de las cosas que suceden en la vida. Esta definición deja tras de sí un elemento muy importante, la vivencia de un suceso que es lo que define nuestras vidas.
Desde el momento en el que nacemos estamos sometidos a muchas vivencias, y la mayoría de las experiencias que recordamos son aquellas que nos impactan y que nos hacen crear en nuestra memoria una muesca que permanecerá con nosotros para siempre. En mi caso recuerdo el momento en el que mi padre me lanzaba al agua para que aprendiese a nadar y cómo mi abuelo le daba capones a mi padre por ello.
Pero llevando lo dicho hasta ahora al terreno empresarial, vemos como las empresas buscan crear experiencias en los consumidores para crear una sensación de apego. Lo que buscan es ese clic en nuestra mente que nos hagan conectar una experiencia que nos genera emociones con una marca.
Esto es algo complicado incluso para los más profesionales, y tengamos en cuenta que cuando una empresa quiere jugar con nuestro subconsciente de una manera muy descarada es fácil reconocerlo y crear una connotación negativa respecto a dicha marca. Es por ello que a la hora de realizar estrategias de marketing lo más relevante es hacerlo de una manera natural.
Actualmente, una manera de crear en el consumidor un sentimiento es con el empaquetado o packaging de un producto. El poeta valenciano Ausias March hablaba de que “la carn vol la carn” (la carne quiere la carne) y este verso me encanta porque nuestra vista siempre va a los elementos más atractivos de los escaparates y lineales.
Tener un diseño de packaging que impacte es hoy más que nunca el primer paso para el éxito de un producto o servicio. Y este éxito depende en gran medida en la manera en la que estemos conectados a las tendencias que se suceden, y que hoy vamos a resumir en el artículo de hoy para orientar los empaquetados de las empresas.
No son pocos los profesionales que apuestan por acudir a empresas especializadas en packaging para coger ideas. Una de las empresas con mejores valoraciones, y prueba de ello son las empresas que confían en ella, es Mimopack, parte del Grupo Mimó compuesto por personas con conocimiento, experiencia y empeño para dar en la diana de los consumidores.
El diseño del envase nunca ha cobrado tanta relevancia como hasta ahora
Complementa tu marca con el orgullo local. Comienza a verse en el diseño del producto su procedencia y los ingredientes que lo integran, empezando a ocupar un lugar importante y destacado en el diseño del packaging, convirtiéndose casi protagonista. Las marcas ahondan en elementos conectados con su cultura para ponerlos en valor y realzarlos.
Diseña un packaging interactivo. Con este tipo de packaging el cliente puede interactuar con los envases haciendo uso de la ciencia, la tecnología o una interacción manual o analógica. Pero no solo nos permite interactuar con el envase, también personalizarlo para regalar a familiares y amigos.
No tengas miedo en implementar el misticismo “on demand”. El consumidor vuelve la mirada hacia dentro, hacia su interior, en un intento por huir de su vida frenética e hiperconectada, donde abunda lo tecnológico y el estrés. Encontramos envases que nos trasladan a otro nivel, que conectan con lo divino o trascendente, con los ciclos naturales y con los misterios de la vida. Este tipo de envase facilita el consumo “on the go” listo para abrir, consumir y fácil de abrir, cerrar y transportar. Son packagings que gracias a su diseño nos facilita su consumo.
Crea un packaging que desarrolle el concepto de innovación sostenible. Este tipo de envase influenciado por el mindfulnes ha hecho que los clientes busquen productos que les transmitan salud y que sean responsables con el medio ambiente. En este tipo de packagings vemos soluciones innovadoras en las que los consumidores están cada vez más interesados en utilizar para evitar el consumo de envases plásticos y su repercusión en el medio ambiente.
Apuesta por la cultura Millenial. Actualmente los gustos y motivaciones de las generaciones millenials y Z afectan al diseño en general. La influencia de las redes sociales como amplificadoras de mensajes ha provocado que las marcas quieran conseguir que sus diseños sean “instagramables”. En este tipo de packaging destaca la creatividad, el humor y la sorpresa en el diseño para conectar con los consumidores.
