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La soledad, el lado amargo de la vejez

El ser humano es esencialmente un animal social, y la soledad, a la que están obligadas muchas personas, acaba por enfermarlas.

Este es  el caso, por ejemplo, de Manuela, que después de que su única hija, Rocío, se trasladara a los EEUU, acompañada de su marido y sus pequeños, se ha quedado completamente sola en su casa de Madrid. La mujer, es viuda desde hace 9 años, y aunque se vale por sí misma, ya no encuentra ninguna motivación para salir de su casa o para relacionarse con sus vecinos y vecinas de toda la vida. Este estado de soledad permanente la está sumiendo en una depresión tal, que su hija, se está planteando regresar, a pesar de que su vida en la ciudad de Nueva York es prácticamente perfecta, un buen trabajo, un buen sueldo, una buena posición, la mejor educación para su dos niños y unas relaciones sociales, muy diferentes a las que tenía en España. Hasta le ha pedido a Manuela que se mude a los EEUU, algo a lo que Manuela se niega rotundamente.

Así que finalmente, Rocío, que aunque no vuelve definitivamente a España, sí que es cierto que viene a visitar a Manuela más a menudo, ha contratado los servicios de Bi2t, Atención sanitaria  a mayores, una empresa de cuidado de personas dependientes y ancianos en Madrid, creada con el objetivo de brindar una atención cercana, exclusiva y el mejor cuidado a  todas las personas dependientes, discapacitadas y enfermas crónicas. Aquí cuidan de las personas mayores como si de sus propios familiares se tratase, y por eso, entre sus servicios, incluyen un servicio de compañía siempre que sea necesario, tanto en el domicilio como fuera del mismo, hospitales, visitas médicas, hospitales, rehabilitación, gestiones administrativas o incluso asistir a la Iglesia, todo esto, a fin de facilitar la integración y autonomía de sus clientes y clientas.

La soledad, si no es elegida, mata

Somos muchas las personas que disfrutamos de los placeres de la soledad, pero eso sí, cuando nosotr@s así lo elegimos. La soledad permite al ser humano un mayor conocimiento de sí mismo, una mayor autonomía y seguridad en la vida, y desde mi punto de vista, es absolutamente necesario pasar un poco de tiempo, cada día, en soledad, ocupándonos únicamente de nosotras mismas y de nuestros pensamientos. La soledad te hace madurar, ser una persona más responsable, y también auténtica, más reflexiva, incluso, más objetiva, si es verdad que alguna vez se puede llegar a alcanzar tal estado de conocimiento.

Pero cuando la soledad no es elegida, cuando los avatares de la vida han acabado por dejar a un ser humano solo, sin nadie más en el mundo, como es el caso de las personas ancianas, la soledad se torna una tortura insoportable que acaba con sus ganas de vivir.

Los expertos y expertas advierten que la soledad es fatal para la salud, de hecho la comparan con el estrés crónico, y como este, también termina por afectar al sistema inmunológico y consecuentemente, propiciar el desarrollo de enfermedades, sobre todo hipertensión, diabetes, infecciones crónicas y por supuesto, depresión y ansiedad.

Y es que el aislamiento y la falta de contacto con otros seres humanos afecta directamente a la calidad de vida de los mismos, reduciéndola significativamente. En este sentido, recurrir a los servicios de acompañamiento que ofrecen las empresas de ayuda sanitaria, es una de las mejores soluciones para las personas mayores.

La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente.

Carmen Martín Gaite

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