¡Echar sal marina a la piscina está de moda! El sistema de cloración salina se utiliza cada vez más en piscinas, pero, ¿qué clase de sal se debe utilizar? ¿Cómo se echa o qué cantidad es necesaria? Si te haces estas preguntas has llegado al lugar adecuado. En este artículo, te damos las respuestas correctas para que disfrutes de un verano de tendencia.
Si cambias a una piscina de agua salada obtienes muchos beneficios como tener un cabello y una piel más suave, ojos sin rojeces y sin picores, y una factura de mantenimiento en productos químicos mucho menor. La sal se adapta a cualquier piscina, tan solo debes instalar un clorador y conectar el aparato a la red eléctrica.
Cuanta más pureza tenga la sal que se eche a la piscina, mayor será la limpieza del agua, y los baños serán más confortables. Un beneficio de la sal marina para piscinas es que el mantenimiento es menor, ¿por qué? porque la vida de las células electrolíticas del clorador aumenta.
Existen múltiples tratamientos para mantener limpia, desinfectada y cristalina la piscina. La sal mediante la cloración salina es uno de ellos.
Cada vez son más las comunidades de vecinos, para centros deportivos públicos o privados, y particulares que se suman a los beneficios de usar sal en sus piscinas. Vamos a ver los diferentes tipos de sal que se les puedes echar, qué cantidad se debe emplear o cuáles son los múltiples beneficios de la sal marina.
¿Cuáles son los diferentes tipos de sal para piscinas?
Humanes Guillén Eurosal, empresa con producción artesanal de sal y salmuera de gran pureza con agua de su propio manantial en Córdoba, y con servicio a cualquier destino peninsular, nos explican que en el mercado existen varios tipos de sal para piscinas. En cualquier caso, la cloración de la piscina con sal es una forma segura de mantener el agua limpia y apropiada para darse un baño. Los distintos tipos de sal son:
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- La sal normal o sal marina. Es una opción económica y muy usada para la cloración salina en piscinas. Está compuesta principalmente por cloruro sódico.
- Sal Epsom. Se obtiene de aguas con una gran salinidad y se caracterizan por tener alto nivel de sulfato. Esto hace que las personas que se bañan en ese agua, floten. La sal Epson se suele utilizar para zonas de SPA y aguas termales. Una de las ventajas del agua con este tipo de sal es que no arruga la piel . Además, tiene otros beneficios para la salud, como por ejemplo, alivia dolores y contracturas musculares por lo que se utiliza en terapias de baño.
- Sal Vacuum. Esta sal se caracteriza porque se disuelve fácilmente y tiene una elevada pureza. Se obtienen por evaporación. La puedes comprar en diferentes formatos como pastillas multifunción o cápsulas. Las pastillas multifunción están compuestas por sal y componentes químicos. Se emplean mucho para piscinas públicas y privadas.
¿Qué es la sal marina para piscinas?
Para un buen tratamiento de las aguas en piscinas y lograr unas mejores condiciones higiénicas es necesario un proceso de cloración. A través de este proceso se eliminan los microorganismos nocivos para la salud que puedan existir en el agua. Si echas sal a la piscina, es una fórmula alternativa al cloro químico. El funcionamiento con la sal es gracias a la actuación de un clorador salino que absorve el cloruro de sodio que se echa al agua y lo convierte en hipoclorito sódico. Es decir, el agua salada pasa a través de un filtro hasta llegar a los electrodos de la célula del clorador. Así se asegura la conducción eléctrica que provoca una reacción electroquímica y tiene como resultado la electrólisis del agua y la sal. Después, se separa el cloro natural y el sodio formando el hipoclorito de sodio que se echa en el agua. Es este último el que destruye a los microorganismos gracias a su poder bactericida. La sal que se emplea en este proceso es sal marina.
¿Qué cantidad de sal marina se le echa a una piscina?
Como has aprendido, la sal marina en piscinas se usa para sustituir al cloro. El fin de este componente es mantener el agua limpia y cristalina, además de acabar con el 100% de microorganismos que puedan existir en el agua como por ejemplo, esporas, hongos, bacterias y virus.
La cantidad de sal para una piscina va a depender siempre del tamaño de esta. Como referencia te damos las siguientes medidas: 4 o 5 gramos de sal de piscina por cada litro, es decir, 9 veces menos que la cantidad de sal que contiene el agua marina.
¿Cuándo se le echa sal marina a la piscina?
La sal debe verterse al agua cuando el clorador se pone en funcionamiento, aunque se puede echar también después, ya que a lo largo del verano su concentración puede reducirse por evaporación, lavado de filtros, etc. Pero las cantidades que se pueden añadir son reducidas porque el proceso de cloración salina y electrólisis, como es cíclico, aguanta durante toda la temporada de baño.
También se deben realizar otras tareas de mantenimiento del agua para que el estado de la piscina sea el correcto. Son tareas como:
- Controlar el pH del agua, este debe mantenerse entre 7,2 y 7,4 y corregirlo cuando sea necesario.
- Revisar el funcionamiento del filtro y limpiarlo cuando está sucio.
- Limpiar las paredes y el fondo de la piscina.
- Un beneficio de usar clorador salino es que no tendrás que usar productos químicos agresivos como los alguicidas.
¿Qué es mejor para la piscina el cloro o la sal marina?
La eficacia de los métodos de cloración con sal y cloro es muy parecida. La elección de una piscina de cloro o de sal marina puede ir en función de los gustos. Respecto a la inversión, debes tener en cuenta que las piscinas de sal tienen mayor coste en la limpieza del agua en el momento inicial. Mientras que con el cloro tendrás mayor gasto a largo plazo. Con respecto a los beneficios, señalamos que las piscinas de sal producen menor irritación en los ojos, la piel y el cabello de los bañistas, debido a que la sal que se convierte en cloro es lo suficientemente fuerte y efectiva para desinfectar de forma profunda el agua pero sin dañar las prendas como bañadores.
5 ventajas de tener una piscina con sal marina
Se eliminan el 100% de los microorganismos
La principal ventaja del uso de sal marina en piscinas es que acaba al 100% con los microorganismos que pueda haber en el agua. Y es que, la sal mediante el proceso de cloración salina, tiene una potente acción frente a hongos, virus y bacterias.
No se trabaja con cloro
Otro gran beneficio del sistema de agua salada es que no trabajas con el cloro. Esto no quiere decir que no haya cloro en la piscina, ya que está en el agua mediante el ácido hipocloroso, pero no necesitas manipularlo para nada. Además, como se diluye no es tan áspero.
Cuando añades la sal al agua, es la caja de control la que realiza los trabajos. Y otra gran ventaja es que no tienes que añadir cloro de forma constante a tu piscina. Lo único que debes hacer es utilizar la caja de control que controlará la salida de la sal.
El ahorro de costes
Si piensas que usar sal marina en tu piscina es más claro que el cloro, no estás en lo cierto.Y es que, la inversión inicial se compensa y se amortiza de forma rápida. ¿Por qué? porque se ahorra a la larga en costes. Por ejemplo, no debes echar más productos al agua, por lo que ahorras en cloro y en químicos. También tienes que tener en cuenta que la sal solo se vierte una vez al año, sin tener que añadir más cantidad posteriormente. Y por otro lado, el coste de mantenimiento es muy inferior que si usas cloro. Lo importante es que elijas un método de cloración salina que sea adecuado para zona de baño.
Utilizas elemento naturales no contaminantes
Tanto la sal como el agua son dos elementos naturales y no contaminantes, además los dos son reciclables. Por un lado, el agua se recicla gracias a un sistema de depuración cerrado, esto quiere decir que se usa siempre el mismo agua. Y por otro lado, la sal se descompone vía electrólisis para su desinfección. El agua y la sal se vuelven a combinar de manera continuada y el medio ambiente no sufre con la utilización de estos dos elementos naturales.
La sal marina tiene efectos positivos para la salud
La sal en piscinas es muy beneficiosa para combatir problemas de reuma y dolores musculares. Además, la capacidad respiratoria se ve incrementada y la circulación de la sangre también se ve beneficiada. Las piscinas de sal marina son perfectas para realizar ejercicios de rehabilitación y mejorar lesiones como roturas de huesos.
Por último, te explicamos que si tienes una piscina de agua dulce y la quieres convertir en una de agua salada, debes tener en cuenta algún aspecto como que el clorador salino funciona peor en agua fría. Necesita una temperatura de más de 20 grados. Te recomendamos que pongas la depuradora a primera hora del día.
En este artículo has aprendido que es un error pensar que las piscinas salinas se depuran con sal. Estas se purifican con el cloro que resulta de usar la sal y el clorador salino. Entonces, ¿te apuntas a la tendencia de las piscinas de sal marina este verano?