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Consecuencias de los implantes dentales

La implantología ha evolucionado notablemente en los últimos años. La tecnología y sus avances han venido apoyando a la medicina haciendo que cada vez sea más efectiva y menos invasiva en lo que a tratamientos y diagnósticos respecta. El campo de la odontología, es uno de los que más se han beneficiado de los avances tecnológicos tanto a la hora de realizar diagnósticos como la de implementar tratamientos.

Dentro del campo, la implantología ha encontrado en la tecnología un excelente aliado. Algo que evidentemente, ha logrado abaratar los costes de las prótesis en beneficio de los pacientes. Esto se ha traducido en un incremento de los tratamientos de implantología llevados a cabo y las consiguientes consecuencias no tan beneficiosas que pueden conllevar los tratamientos.

Expertos en odontología como los de Clínica Dental Ferrocarril, nos han asesorado sobre las posibles complicaciones que pueden presentarse tras la colocación de implantes dentales. Esto no quiere decir ni mucho menos que no se lleven a cabo. Colocarse implantes dentales es la mejor manera de recuperar la funcionalidad y estética de la boca, sin tener que recurrir a prótesis removibles de quita y pon.

Aunque los problemas derivados de la colocación de implantes dentales, no son lo más habitual, ni parece ser que se consideren como algo frecuente, no está demás tenerlos en cuenta y tener conocimiento de las posibles complicaciones que puedan existir antes de someterse a un tratamiento. En cualquier caso, el profesional de la odontología encargado de llevar a cabo la intervención, será quien mejor pueda definir las posibles consecuencias negativas derivadas del tratamiento.

No obstante, vamos a tratar de resumir y enumerar en este post, todos los problemas y complicaciones que puedan ocasionar los implantes en nuestra boca. Dado que se han convertido en una de las alternativas de preferencia, debido a su eficacia y los excelentes resultados estéticos que confieren, es inevitable hablar de esas posibles complicaciones. En el peor de los casos, el fracaso del implante, conlleva la pérdida de la pieza.

Teniendo claro que un tratamiento de implante dental, consiste en el diseño, elaboración y ajuste de un diente integro para reemplazar uno perdido, logrando una apariencia natural, los pacientes que acudan al odontólogo deberán conocer los aspectos negativos y los riesgos que conlleva la colocación de un implante dental.

Complicaciones anteriores al tratamiento

La medicina no es una ciencia exacta. Aunque los beneficios que reporta son siempre mucho mayores que las consecuencias negativas que pueda conllevar, el error es posible y, siempre esta presente esa posibilidad. En cuestiones de salud, no solo el profesional de la medicina, influye en el resultado. Los inconvenientes y consecuencias de las patologías pueden venir de antes de ser diagnosticadas. En el campo de la odontología, sucede lo mismo.

Uno de los principales inconvenientes que pueden darse antes de proceder a la inserción de la raíz artificial, es la falta de hueso. Este problema, no es a causa de un mal diagnóstico o tratamiento. Es un hecho que se debe al propio organismo, sin más. Sin embargo, esta reacción natural del cuerpo que implica no regenerar el tejido óseo necesario para realizar el implante, es un claro inconveniente a la hora de llevar a cabo el mismo.

Antes de proceder, el odontólogo, debe valorar el estado de las encías del paciente, sus tejidos óseos y tener claro que existe suficiente altura y anchura para colocar el implante sin que se mueva.

La pérdida de el tejido óseo puede deberse a un fuerte impacto en el que se han visto implicadas encía y raíz del diente o, la permanencia de la encía sin raíz de la pieza dental durante un largo periodo de tiempo. Esto sucede en los casos en los que el diente es arrancado o retirado previamente.

Cuando la encía no tiene diente, el tejido óseo que soportaba la pieza y la mantenía unida, empieza a reducir su volumen. A la hora de llevar a cabo un implante, es necesario que ese tejido óseo sea suficiente para lograr una osteointegración perfecta y adecuada entre la pieza artificial y la encía.

Problemas que pueden darse durante el procedimiento

Colocar un implante dental en la encía, consiste en un procedimiento quirúrgico en toda regla. Siendo así, es fácil de comprender que puedan surgir una serie de complicaciones durante su ejecución. Algunos de esos problemas son la pérdida del injerto, una infección en los sitios donantes (lugar donde se va a colocar el implante), inflamación, dolor, fracturas de la cresta ilíaca, hematomas, alteraciones neurosensoriales, laceraciones en la parte superior del seno maxilar, etc.

Ninguna de estas complicaciones reviste una gravedad extrema pero pueden resultar bastante incomodas y molestas, sobre todo, debido al dolor que se puede presentar ante la manifestación de algunas de ellas. Los riesgos de infección han de ser muy tenidos en cuenta pues pueden traer consecuencias mucho peores si se realiza el tratamiento sin erradicarlos.

No obstante, como ya hemos comentado, se trata de una serie de posibles problemas que pueden surgir durante la colocación de la pieza, pero que no suelen darse.

Problemas que pueden darse tras la colocación del implante

Es natural que, en algunas ocasiones, el implante, acarree consecuencias negativas al paciente. No es lo más habitual, pero existe siempre esa posibilidad, igual que las citadas anteriormente. Veamos detenidamente, cuales son algunos de esos problemas que pueden darse a consecuencia de colocarse uno o varios implantes en la boca.

Colocar un implante dental es, repetimos, un procedimiento quirúrgico en toda regla. Pese a ello y a que la boca tiene en su abre infinidad de bacterias, tomando las precauciones adecuadas y llevando a cabo el procedimiento en las condiciones de asepsia necesarias, el riesgo de infección es bajo. A modo de prevención adicional, es posible que el odontólogo, prescriba algún antibiótico previo a la intervención. El dolor y las molestias, suelen ser mínimos y durar entre uno y cuatro días.

Aun así y, tratándose de una condición anómala y extremadamente rara, las infecciones a consecuencia de un implante dental, puede producirse. Sobre todo, si existe infección en otra zona de la boca y se extiende.

Esta es sin duda una de las consecuencias menos deseables tras hacerse un implante.

Puede darse igualmente que exista una condición medica preexistente. A la hora de hacer un implante dental hay que considerar algunos aspectos esenciales cuando se trata de alguna patología que puede afectar al éxito del implante. Resulta esencial someterse a un examen médico previo al procedimiento de implantología.

Enfermedades como el cáncer, la diabetes, enfermedades persistentes en encías y maxilares, alcoholismo, algunas medicaciones y otra serie de dolencias, pueden causar problemas en los implantes dentales. Este dato no indica que, necesariamente surjan problemas, peros si puede hacer que el implante tarde más en anclarse al hueso o cicatrice. Fundamental dar a conocer el historial médico al odontólogo en caso de contar con alguno de estos factores.

Una complicación muy difícil de que se produzca, pero existente, es la que esta en la mano del paciente: elegir al mejor implantólogo. Tomar la decisión de colocarse un implante dental, no debe ser un acto impulsivo y acudir al primer dentista que se cruce por el camino. Una mala técnica quirúrgica puede traer las peores consecuencias imaginables.

Es esencial investigar y encontrar al cirujano que más garantías, confianza y calidad te ofrezca. El profesional de elección, debe poseer el conocimiento absoluto sobre los procesos de osteointegración y las habilidades quirúrgicas que garanticen que el procedimiento será seguro y correcto.

En caso contrario, se corre el riesgo de infección o de que surjan complicaciones a corto o largo plazo.

No seguir a rajatabla los consejos y recomendaciones del dentista, puede conllevar un lento y poco satisfactorio proceso de curación. Que la zona no cicatrice a su debido tiempo y se prolongue en el tiempo, es una complicación posible. De ahí que hacer caso a las recomendaciones, es fundamental para que el implante se ancle de la forma adecuada al hueso y no quede suelto.

Una mala planificación del tratamiento o la colocación incorrecta del implante, es uno de los problemas que pueden darse a largo plazo. En estas circunstancias, se ve afectada la estética del diente junto a una mala funcionalidad. El profesional que se encargue de realizar el implante debe conocer con exactitud y precisión el tipo de dientes que tendrá el paciente. De no ser así, la mala colocación deberá ser corregida para que el resultado, sea el adecuado. Un diente mal colocado puede conllevar problemas de mordida y sus consiguientes molestias.

Los implantes dentales son metales que se anclan al hueso de la mandíbula. Eso es un hecho que proporciona una base sólida a la dentadura artificial pero no lo hace indestructible. Un esfuerzo o tensión excesivas puede conllevar a la pérdida del hueso, eso puede derivar en la creación de bolsas en la encía y, a su vez, alojar el implante y propiciar el riesgo de pérdida. Por otro lado, la acumulación de alimentos y bacterias en una de las bolsas, puede generar una importante inflamación o infección con las molestias y dolores que conlleva.

 

 

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