Cómo decorar una habitación para acomodar una cama geriátrica

Es posible que en algún momento tengamos que adaptar una habitación para una persona mayor o con movilidad reducida. Generalmente, pensamos que solo debemos pensar en aspectos prácticos y evitar la decoración, ya que una cama geriátrica ocupa mucho espacio y acentúa la atención de la habitación en su conjunto. Sin embargo, no hay que renunciar a crear un espacio agradable para quienes pasan mucho tiempo en cama.

Las camas geriátricas actuales, ya sean eléctricas o no, representan un gran avance para el cuidado de personas mayores encamadas o con problemas de movilidad. El espacio disponible en la habitación, así como la decoración, se pueden adaptar a este tipo de cama para que tengamos un dormitorio acogedor y confortable.

¿Qué son las camas geriátricas?

Las camas articuladas se suelen usar para personas mayores, por lo que se consideran camas geriátricas, aunque a veces también se pueden usar en personas con enfermedades crónicas o problemas de movilidad. Estas camas son articuladas, lo que significa que permiten mover a la persona, elevar las piernas y el cabecero, y así controlar fácilmente su postura. Encontrarlas también es muy fácil, ya que podemos encontrar todos estos modelos para saber exactamente qué necesitamos. Es necesario informarse sobre las ventajas y desventajas de la cama, si es eléctrica o manual, así como sobre los colchones articulados y su funcionamiento, indican desde Cuidaria. Son elementos que se están volviendo esenciales en algunos hogares.

Disposición del espacio

El dormitorio debe adaptarse a la cama articulada, por lo que debemos tener en cuenta el espacio disponible. Es necesario tomar medidas, ya que la puerta debe tener unos 90 centímetros de ancho para poder pasar con muletas o sillas. Además, debemos dejar espacio para poder girar y desplazarnos. Deben eliminarse cualquier obstáculo que dificulte la movilidad, como alfombras o sillas pequeñas. En este caso, primero debemos pensar en la funcionalidad, reduciendo el espacio al mínimo. Añade la cama y observa el espacio disponible, incluyendo algunos accesorios, otros objetos útiles o incluso algo de decoración. Si empezamos desde lo básico, será más fácil adaptar estos espacios.

Accesorios de dormitorio

Una vez que tengamos una cama articulada o geriátrica, debemos considerar algunos detalles para mejorar el estilo de vida de la persona que la usará. El triángulo o la posición sentada es muy importante, ya que les ayuda a ser autónomos. También se pueden añadir barandillas de seguridad y una bandeja con ruedas para facilitar la cena. En todos estos casos, ocuparemos más espacio, pero siempre es importante priorizar la funcionalidad. Si se añaden muchos accesorios, siempre es mejor reducir los muebles al mínimo para no crear una sensación de saturación en la habitación.

Personaliza el espacio

En el dormitorio podemos tener armarios, mesitas de noche, alfombras y camas normales, pero si añadimos una cama geriátrica, esto debe cambiar. Las camas articuladas ocupan mucho espacio, por lo que tendremos que retirar algunos muebles, como mesitas de noche, camas antiguas y, sobre todo, elementos que puedan dificultar el paso y el trabajo diario en la habitación, como alfombras, sofás y sillones. Sin embargo, todo lo que pueda sernos útil debe permanecer, como un armario para guardar cosas o incluso un sillón para los acompañantes de la persona que se acuesta.

Decoración sencilla

La cama geriátrica suele tener un estilo básico y sencillo, verdaderamente atemporal, por lo que nuestra decoración puede centrarse en un estilo similar. Muebles básicos de líneas sencillas que resulten prácticos, y espacios en tonos claros y suaves que favorezcan la relajación y la luminosidad. Hay que evitar los detalles decorativos excesivos, pero siempre es bueno tener algo que ilumine la habitación, ya sean flores o un cuadro que decore las paredes.

Decoración general del dormitorio

En el dormitorio, la cama es el centro de atención, y para las personas mayores, elegir la cama adecuada es clave para un sueño reparador y cómodo. La base es un colchón de calidad que favorece una postura correcta y distribuye la presión uniformemente, esencial para prevenir el dolor de espalda y articulaciones. El colchón debe ser de firmeza media a firme para ofrecer un soporte adecuado, pero a la vez lo suficientemente cómodo para descansar.

La cama también debe tener un marco lo suficientemente alto para facilitar el levantamiento. Es recomendable contar con cabeceros o barandillas laterales que proporcionen un soporte adicional al levantarse o acostarse. Es importante elegir un tipo de cama que sea lo más fácil de manejar posible, por ejemplo, para cambiar las sábanas.

También se recomienda que en las habitaciones de las personas mayores se minimice la presencia de objetos sueltos que requieran apoyarse o alcanzar. Los muebles deben ser estables y sin bordes afilados, lo que minimiza el riesgo de lesiones.

El diseño de interiores para personas mayores siempre debe priorizar la seguridad y la comodidad. Elegir muebles teniendo en cuenta estos criterios significa crear un entorno donde se sientan seguros y cómodos, sin comprometer la estética ni el estilo.

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