Para tener éxito en el mundo empresarial es imprescindible que tengamos una base sólida, que nos permita crecer y construir, a través de ella, una estructura eficaz y eficiente para elaborar nuestra actividad de acuerdo a los parámetros que consideramos ideales para su correcto funcionamiento. La pregunta entonces es clara: ¿cómo creamos esa base sólida de la que estamos hablando?
Lo primero es contar con una administración seria y cumplidora. Son muchos los trámites jurídicos que hay que llevar a cabo para dar de alta una nueva empresa y son todavía más los quebraderos de cabeza que es necesario sufrir para comenzar a gestionar los recursos que disponemos y para saber, entre otras cosas, la cantidad de impuestos o tasas que estamos obligados a pagar.
Sé bien lo que implican todos esos asuntos de los que he hablado en los dos primeros párrafos. Hace alrededor de un año abrí una empresa dedicada al desarrollo de aplicaciones web y para móviles en la ciudad de Madrid , uno de los aspectos más importantes de cara al futuro, y me di cuenta de la cantidad de dificultades a las que debe enfrentarse un emprendedor para comenzar a realizar la actividad en la que considera que está su sitio en el mercado.
En mi caso, no tenía ni la más remota idea de cómo dar de alta mi empresa. En mi época universitaria me especialicé en multitud de aspectos relacionados con la tecnología y la informática, pero no con la empresa, y eso tenía sus consecuencias en un momento como aquel. No obstante, y aunque preocupado, no me agobiaba en exceso el tema: sabía que acudiendo a una buena empresa de administradores o asesores podría encontrar la solución que andaba buscando para comenzar a ganar dinero gracias a lo que siempre me ha gustado.
Comencé a recabar información al respecto y uno de mis mejores amigos, Juan Carlos, me habló de MBR Administradores. Él regentaba una tienda de moda en Madrid y, según me contaba, gracias a aquella entidad había conseguido estar al día de todo lo necesario para realizar su actividad sin el menor problema. Visité la página web de dichos administradores y la gran variedad de servicios que ofrecían me convenció. En efecto, iba a necesitar, por ejemplo, a un abogado para combatir cualquier problema que pudiera cruzarse en mi camino. Y allí también lo podría conseguir.
Me puse en contacto con los profesionales de MBR Administradores y les comenté mi caso. Me respondieron asegurando que los diferentes perfiles de las personas que trabajaban allí me garantizarían un servicio completísimo y que me permitiría solucionar desde asuntos fiscales con Hacienda hasta cuestiones ligadas a la legalidad vigente. Y, además, a un precio que de acuerdo al presupuesto que yo manejaba me resultaba bajo.
El éxito no tardaría en llegar
El servicio que me proporcionaron dichos administradores fue clave para dar luz verde a mi actividad empresarial. Dieron de alta a la entidad en un plazo de tiempo muy reducido, conscientes de que el tiempo es dinero y de que no podía demorarme demasiado para comenzar a trabajar debido a la naturaleza cambiante de la tecnología en la actualidad. Fui debidamente informado de todos los trámites a realizar y recibí la ayuda necesaria para poder cumplir con ellos. Algo para lo que, como antes apuntaba, no estaba preparado y que suponía el principal escollo en mi carrera profesional en aquel momento.
Aunque los primeros meses de existencia de la empresa fueron de aclimatación, los grandes éxitos y beneficios no tardaron en llegar. Gracias al gran conocimiento en la materia de los empleados que contraté, el negocio comenzó a funcionar y a caracterizarse por la originalidad y la utilidad de todas las aplicaciones que diseñaba. Esta era sin duda la sólida base que necesitaba construir y de la que hablaba al principio del artículo. Con mucho esfuerzo y la ayuda de los mejores profesionales fue posible conseguirla. Como prueba del trabajo que estamos desarrollando, en muchas de las ferias comerciales de la ciudad ya contamos con una gran visibilidad y aceptación entre los visitantes.