Desde que se tiene uso de razón, ha existido una competencia feroz entre dos ciudades como Madrid y Barcelona por ser reconocida como la más productiva en España. Las dos son ciudades en las que trabaja una gran masa de gente, en la que tienen su sede social numerosas y muy importantes empresas y en las que los salarios, por regla general, suelen superar a los salarios medios a los que están acostumbrados los habitantes de otras ciudades del país.
Esta situación ha provocado que sean muchas las personas que tiendan a pensar que las dos ciudades mantienen una especie de guerra que va más allá de la política, que desgraciadamente ha marcado el curso de los acontecimientos en los dos sitios desde hace meses. Pero, a pesar de todo ello, lo cierto es que existe un estrecho vínculo de colaboración y amistad entre muchas de las empresas que operan en un sitio y en el otro.
Es precisamente por eso por lo que muchas entidades barcelonesas acuden a congresos, ferias y demás eventos organizados por las entidades madrileñas. La situación también es similar al contrario. La cordialidad caracteriza este tipo de relaciones más allá de las discrepancias que puedan existir entre los gobiernos central y la Generalitat. Y eso es una noticia que deberíamos celebrar todos.
Los dirigentes de empresas como de las que venimos hablando suelen conocer, por regla general, ambas ciudades, lo que les da una visión privilegiada para saber si sería o no adecuado disponer de una sede social en la urbe que carece de ella. Ha sido así como muchas entidades han decidido, con el paso de los años, expandir su actividad de Madrid a Barcelona y de Barcelona a Madrid.
Las empresas madrileñas que han decidido formar parte de dicha expansión ejerciendo su actividad en Barcelona se han percatado de lo difícil que es encontrar un lugar adecuado para instalar sus oficinas o despachos en la Ciudad Condal. El número de empresas que reside allí es impresionante y el espacio, aunque importante, es limitado. Todas las entidades pelean por conseguir una ubicación privilegiada en la ciudad, y muchas de las madrileñas la han conseguido gracias a Cacplus.
Las oficinas y los despachos que se encarga de alquilar una entidad como Cacplus resultan ideales para las empresas por dos motivos: en primer lugar, porque se trata de espacios perfectamente preparados para hacer posible la labor diaria de cualquier empresa. Son amplios y están perfectamente distribuidos y habilitados. En segunda instancia, resultan adecuados porque se sitúan en una zona inmejorable de la ciudad: la Rambla de Catalunya, por la que cada día pasan miles y miles de personas.
Disponibilidad inmediata
Todo aquel que esté acostumbrado a desenvolverse en un sector como el empresarial sabrá cómo de cambiante puede llegar a ser. El dirigente de una empresa puede darse cuenta de lo útil y beneficioso que sería el poseer una sede física en una ciudad como Barcelona y de la conveniencia de conseguirla con la suficiente rapidez como para comenzar a sacar provecho de ella cuanto antes. Gracias a Cacplus, llevar esto a cabo es ahora posible. Las oficinas y despachos que la entidad pone a disposición de cualquier empresa pueden estar disponibles con total inmediatez.
Así ha sido como muchas entidades madrileñas han conseguido situarse también de manera física en Barcelona. Algunas lo han tenido más fácil. Otras, las que no han confiado en Cacplus, lo han tenido bastante más complicado o ni siquiera han conseguido unas oficinas adecuadas en la ciudad.
Que la convivencia entre las empresas madrileñas y barcelonesas se mantenga a pesar de todo lo que viene ocurriendo en los últimos meses es fundamental para el tejido empresarial español. Gracias a entidades como Cacplus, el contacto entre unas y otras es cada vez más cercano y cordial.