Seguro que cuando has ido a comprar un televisor, un frigorífico o cualquier electrodoméstico te has fijado en que vienen con una etiqueta energética. ¿Qué es? ¿Para qué sirve? Pues vamos a intentar descifrarlo todo, porque como has podido ver ahora también aparecen hasta en las ventanas. Las etiquetas energéticas se introdujeron por primera vez hace más de 25 años. Y, desde entonces, las marcas han mejorado significativamente el rendimiento de sus aparatos.
¿Qué es?
La etiqueta energética es una herramienta de información que está al servicio de los compradores de aparatos consumidores de electricidad. De esta forma nos permite conocer de forma rápida la eficiencia energética de un electrodoméstico de los obligados a llevarla. Es decir, si consume mucho o poco. Las etiquetas energéticas incluyen los datos sobre consumo y eficiencia que aportan los fabricantes con arreglo a la normativa que las regula.
Clases
En una etiqueta energética puedes encontrar una letra de la A a la F con el matiz del signo +. Los electrodomésticos más eficientes son por este orden los A+++ A++, A+ y B que tienen un consumo moderado. Es decir que cuando más estrellitas mucho mejor para ti, para tu cuenta corriente y, sobre todo, para el medio ambiente.
Por su parte, los aparatos con clases C y D son de alto consumo y los E y F no merecen la pena si se van a usar a diario. Entre otras cosas porque te a van consumir un montón. Y es que es lo típico que ves en la tienda, que son mucho más barato, pero consumen más energía cuando están funcionando de forma normal para cumplir su función. Esto significa más electricidad y agua si se trata de una lavadora o lavavajillas.
Está claro que al precio que está ahora mismo la electricidad, lo mejor no es consumir menos, lo que hay que saber es invertir en electrodomésticos que no consuman tanto. os elementos básicos de la etiqueta, que la hacen fácilmente reconocible, incluyen la escala de clasificación con siete clases energéticas. Los colores van del verde oscuro (indica alta eficiencia energética) al rojo (baja eficiencia energética). Se pueden añadir hasta tres clases adicionales, A+, A++ y A+++, a la primera escala de clasificación desde A hasta G.
En las ventanas
Y como te decíamos también lo puedes encontrar en las ventanas, como ha indicado Replus. En esta empresa están comprometidos para conseguir el mayor aislamiento térmico en la ventana y de esta manera reducir al máximo el consumo energético. Es por esto por lo cual que con una etiqueta informan de un nuevo identificativo en la ventana, este les ayuda a identificar las prestaciones térmicas de la misma principalmente.
La clasificación de la ventana en la etiqueta energética, se divide en dos partes principalmente, una clasificación de invierno y una clasificación de verano. La clasificación de invierno tiene ocho niveles de eficiencia, que van desde el color azul de La Ventana Pasiva para las ventanas más eficientes, hasta el color rojo y la letra G para las menos eficientes. La clasificación de verano tiene cuatro niveles de eficiencia que van desde cuatro estrellas para las ventanas más eficientes hasta una estrella para las menos eficientes.
Cuál consume menos
Seguro que te has hecho la pregunta del millón, ¿Qué electrodomésticos consumen más en tu hogar? Pues son muchos los estudios que se han realizado. En este caso, el frigorífico consume el 30,6%, mientras que el televisor consume un 12,2%. La lavadora: 11,8%, mientras que un 8,3% el horno eléctrico, y el lavavajillas: 6,1%. Pues bien, está demostrado que con electrodomésticos de bajo consumo el ahorro que tienes es muy grande. Por ejemplo, puede llegar a ser de 52 €/año: Nevera (24 horas día y 365 días al año). De 32 €/año en la lavadora (más de 200 cargas/año) y de 27 €/año en las Lavavajillas (más de 160 cargas/año).
Ya te hemos demostrado cómo si te fijas en la etiqueta energética te hará ahorrar dinero. Sin duda un electrodoméstico más eficiente puede salirte más caro en el momento de comprarlo, pero esa diferencia en el precio la empiezas a amortizar en el momento en que llegan las facturas de la luz. Es decir, que lo tienes que ver como una inversión no como un gasto. Y por supuesto, esta tiene que ser la mentalidad que tengas en la vida. Como has visto también en las ventanas te puedes ahorrar un montón de dinero, y sobre todo, estar más caliente en casa.