Aunque parezca mentira en la Comunidad de Madrid se producen buenos vinos, incluso existe una Denominación de Origen Protegida llamada Vinos de Madrid. Y es que la región es mucho más que la capital, la industria y los servicios.
En este artículo os vamos a dar a conocer los vinos de esta región española, su historia y sus características. Para descubrir un poco más la producción vinícola madrileña, que es bastante desconocida.
DOP Vinos de Madrid
La Denominación de Origen Vinos de Madrid comienza su andadura en el año 1984, pero no es hasta 1990 cuando el Ministerio de Agricultura la aprueba oficialmente.
La Denominación de Origen cuenta con más de 8.500 hectáreas de producción, que se dividen en más de 12.387 parcelas cosechadas por 3.038 viticultores. Y hay 51 bodegas que cuentan con un total de 110 marcas de vino, según cifras publicadas en la propia web del organismo.
La DOP Vinos de Madrid está compuesta por cuatro subzonas, siendo Arganda del Rey, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y El Molar.
Historia y evolución de los vinos
Anteriormente en la provincia de Madrid existía mayor vinculación con el mundo del vino y más superficie de viñedo. Tanto que desde la Denominación de Origen Vinos de Madrid destacan que en los últimos 40 años se ha perdido más de un tercio de la superficie de los viñedos, por la pérdida de espacio e importancia del sector primario frente a las urbes.No obstante, todavía se mantiene una superficie considerable.
Al igual que en el resto de España, el proceso de producción de vinos ha evolucionado con los años sin dañar la calidad de los caldos, incluso mejorandolos. “Para facilitar y mejorar el trabajo de producción hoy en día se cuenta con maquinaria especializada como básculas, despalilladoras,mesas de selección óptica o mecánica,bombas de pasta, prensas, barriles, toneles, placas refrigerantes o llenadoras y taponadoras”, confirman desde la empresa Boada Tecnología Ibérica, compañía especializada en fabricación de maquinaria para elaboración de vino, aceite, cava, cerveza y sidra.
Características de la zona
Las características de la zona de producción son muy importantes para la cosecha. Y esta zona madrileña se caracteriza por su clima mediterráneo continental y una altitud que varía en función de las subzonas, pero el margen se encuentra entre 400 y 800 metros.
Tipos y variedades de uva
Las principales variedades de uvas con las que se producen los “Vinos de Madrid” son Albillo Real y Malvar en uva blanca, mientras que de uva tinta destacan la Garnacha tinta y el Tinto fino (Tempranillo). Pero de entre estas cuatro variedades sin duda la protagonista es la garnacha, ya que el 75% de los viñedos madrileños se corresponden con este tipo de uva.
No obstante, el consejo regulador de la Denominación de Origen autoriza otro tipo de uvas siendo éstas: Negral, Merlot, Graciano, Syrah, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Airén, Moscatel de Grano Menudo, Torrontés, Macabeo, Parellada y Sauvignon Blanc.
Cómo son los Vinos de Madrid
En Madrid se producen vinos tintos, rosados, blancos, espumosos y sobremadre. Sin embargo no desde el principio, ya que se comenzó distinguiendo a los vinos tintos, rosados y blancos y posteriormente se incluyó a los espumosos y sobremadre. Cada uno de ellos con sus propias características y vamos a conocer un poco mejor a los tipos de vinos más importantes dentro de la Denominación de Origen.
· Vinos tintos: los tintos se tienen que producir con las variedades permitidas por el Consejo Regulador, siendo Tempranillo, Merlot, Garnacha tinta, Cabernet Sauvignon y Syrah. Los vinos jóvenes son frutales, mientras que los fermentados o de reserva tienen recuerdos de barrica y aromas de madera.
· Vinos espumosos: los vinos espumosos de la D.O. Vinos de Madrid tienen que ser elaborados con vinos blancos o rosados con el método Champenoise. Son unos vinos con burbuja fina y abundante, frescos y con aromas frutales en la mayoría de casos.
· Sobremadre: estos vinos son bastante peculiares y destacan por el toque carbónico natural. Reciben este nombre porque tras la fermentación permanecen menos de 200 días con sus “madres”, vamos con los posos, restos de levadura y otros sedimentos que se quedan en los toneles. Estos vinos pueden ser blancos, tintos o rosados. Los blancos suelen tener un color amarillo, mientras que los rosados tienen un color rosa salmón.
Estas son las principales características y peculiaridades de los vinos madrileños producidos bajo las directrices de la Denominación de Origen, aunque existen bodegas de otras zonas de la región que también producen buenos caldos.