25 octubre, 2018
A los políticos les gusta sacar pecho por todo, pero una de las cosas que más felices les hace, es pavonearse de que su ciudad es la más limpia. Sin embargo, no todos pueden decirlo. Este es el caso de Manuela Carmena. La política de Podemos tiene el objetivo de convertir a la capital de España en la ciudad más limpia, pero nunca lo consigue. “Lo que no puede ser es que sigamos tirando chicles que se quedan incrustados en el pavimento, colillas, papeles, botellas, etcétera", reprochó hace unos días la alcaldesa, que quiere que los madrileños sean conscientes del trabajo supletorio que generan cuando se comportan como si "estuvieran en un estercolero y no en algo tan bonito como es la calle".
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